Nota: Las fechas de los artículos corresponden a las fechas de publicación de los originales en Inglés en For Your Information and Reference, que no necesariamente coincide con la fecha en que el artículo ha sido traducido y publicado en Castellano en esta página.

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En relación con la actual guerra palestino-israelí, traemos, en las siguientes líneas, algunas cifras y un comentario relacionado de un oficial israelí. Dado que las cifras encajan tan bien con su comentario, parece que no se trata sólo de la opinión de un alto funcionario de defensa israelí que habla de forma anónima, sino que refleja la motivación y el razonamiento del gobierno israelí en su conjunto.

El 8 de octubre de 2023:


El 27 de octubre de 2023:


Comentario de un alto funcionario de defensa israelí el 24 de octubre:


También del mismo funcionario, que habla bajo condición de anonimato:


Que descansen en paz todos los muertos de ambos bandos y que los heridos y refugiados reciban ayuda y consuelo según la Voluntad de Dios.

En cuanto al argumento de que “Hamás debe pagar un precio desproporcionado”: Que sepamos, no hay estadísticas registradas sobre cuántos de los 2913 niños palestinos asesinados (el 41% de los palestinos asesinados) pertenecían a Hamás.

Según las definiciones modernas, el terrorismo es la práctica sistemática de actos violentos y mortíferos que persiguen fines políticos causando terror. Corresponde a cada cual juzgar si esta definición se aplica únicamente al bando que arroja la primera piedra (o cohete) o a cualquier bando que practique el juego de ganarse el “respeto” del otro bando causando terror (por definición, un alto nivel de miedo) en la población del otro bando.

Como ha señalado muchas veces miguel de Portugal, la solución al terrorismo no es política, y menos aún militar. Nunca se resolverá sin reconocer la verdadera raíz del problema, que es el fanatismo religioso.



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¿Habí notado usted que... el foco mediático es ahora Israel-Palestina, ayer fue Rusia, el otro día fue Covid, algún día Corea del Norte, luego otra vez Irán... como si sólo hubiera un enemigo a la vez, como si el resto de problemas y guerras del mundo (1) desaparecieran o no existiesen?

¿Por qué? Porque es una guerra de “justificaciones” dirigida a las mentes de la gente a través de medios de comunicación controlados. La tarea de convencer a la opinión pública de que “ésta en particular es una guerra justa” no funcionaría tan bien si la atención de la gente estuviera dispersa en muchos problemas globales – además, esto permite ocultar mejor los preparativos y maniobras (y fracasos) que siguen en marcha en los otros campos.

El miedo es una poderosa herramienta de manipulación, pero el miedo enfocado funciona mejor.



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DE NUESTROS ARCHIVOS: 3 de Noviembre de 2018

De IO (Iniciales Omitidas) @ USA


Respuesta. Gracias por preguntar...

Según la Wikipedia:  (1)


Obviamente era una celebración pagana que los colonizadores españoles mezclaron con el Día de Todos los Santos católico como instrumento de evangelización, al tiempo que permitían, como han hecho tantas veces, que permaneciesen los matices del paganismo.

Se puede ver entonces cómo la Víspera de Todos los Santos se mezcló con el Día de los Muertos dando lugar a Halloween. En lugar de cristianizar el Día de los Muertos dio lugar a otra fiesta pagana: Halloween.

Lo mismo ocurrió con la Santería en Cuba. Entre los primeros esclavos africanos traídos a América estaban los yorubas, cuya religión era sorprendentemente similar al cristianismo, incluso en el concepto de la Trinidad. Los colonizadores españoles aprovecharon las similitudes para “vender” el cristianismo a los esclavos. Lo que ocurrió en realidad es que la santería floreció cambiando los nombres. Por ejemplo, Olofi se llama ahora Jesús; Obatala se llama ahora Nuestra Señora de la Merced; Santa Bárbara se llama ahora Sangó, etc., etc.

Como los santeros tienen mucha fe en su religión y los clérigos católicos muy poca (con algunas excepciones), la santería floreció y se practica activamente en Cuba, mientras que el catolicismo es sobre todo una serie de rituales tradicionales. Si un cubano quiere realmente conseguir algo en el ámbito espiritual acude a un santero y no al párroco local.

Si no hemos respondido plenamente a su pregunta, háganoslo saber.



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Mohandas Karamchand Gandhi fue un gran hombre. Con razón lo llamaron “Mahatma” – que significa “gran alma”. Pero uno debería tener mucho cuidado en ponerlo a la misma altura de Jesús.

Sin necesidad de entrar en la Divinidad de Jesús, pondremos un ejemplo – la Marcha de la Sal liderada por Gandhi:


A pesar de ser un acto no violento, fue un acto por el que Gandhi y sus seguidores buscaban específicamente la provocación. Era un desafío intencionado y muy explícito hacia las autoridades del momento.

Ahora, veamos la reacción de Jesús a una injusticia similar:


Jesús no desafió a las autoridades que obligaban a un impuesto abusivo. Él no respondió con un acto de provocación – y no es que no tuviera seguidores que lo habrían secundado [Juan 18:36]. Jesús recurrió a lo sobrenatural —es decir, a Dios— para encontrar un remedio, y le fue dado, de manera que pudo circunvalar el problema sin faltar a su obligación ante las autoridades del momento.

Recuerden que, aquí, Jesús no hizo uso de su Divinidad. Cuando nuestro Señor Jesucristo caminó entre los hombres lo hizo como un ser 100% humano (excepto por la mancha del pecado original). Es un error atribuir los milagros que hizo a Su Naturaleza Divina (2). ¿No dijo Él que...?


Y recuerden que esta promesa no está reservada solo para los “santos”. Él lo prometió para “quien cree en Mí”.

¿Una utopía para los hombres? ¡Él no mintió! Vean el caso de Juan Bosco, quien también tuvo que enfrentarse a una injusticia política y el remedio se lo hizo llegar Dios ¡a través de un enemigo declarado de la Iglesia del momento!


Y así fue el equivalente, para Don Bosco, de “Ve al mar a echar el anzuelo, y el primer pez que suba, sácalo, y abriéndole la boca encontrarás un estatero. Tómalo y dáselo por Mí y por ti.” [Mateo 17:27]

De esta manera, Jesús, y también Don Bosco, pudieron circunvalar problemas políticos y enfocarse en la labor que verdaderamente importaba: la que tiene que ver con un Reino que no es de este mundo.


¿Adora alguien a personas de la talla de Gandhi o el Dalai Lama? No despreciamos todo lo bueno que puedan haber hecho. Pero no olviden que éstos, además de todas las buenas intenciones morales que pudieran tener, tenían también una una agenda política (4)(5). Aquellos que están verdaderamente centrados en ser seguidores de Jesús no tienen una agenda política:



Ahora pueden contestar con más seguridad a la pregunta: ¿Quién es el verdadero Príncipe de la Paz?



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DE NUESTROS ARCHIVOS: 26 de Abril de 2009

¿Se había preguntado usted... Qué clase de teo-lógica utiliza la Iglesia Católica Romana para condenar el aborto bajo cualquier circunstancia (1) —con lo cual estamos totalmente de acuerdo— mientras que, al mismo tiempo, parece que acepta o justifica una “guerra justa” (2) —considerando que ambos preceptos se fundamentan en el claro Mandamiento Divino: No matarás?

El concepto erróneo se debe principalmente a que la interpretación popular de “guerra justa” se ha estirado —como es habitual— hasta hacerse irreconocible. Un repaso a los referidos apartados (2) dará fe de ello.

No aprobamos la guerra bajo ninguna circunstancia, pero también reconocemos que para adoptar esa postura se requiere un nivel de Fe que sólo lograría un esfuerzo de Evangelización satisfactorio y fructífero o una intervención Divina directa sobre un alma.



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Introducción

En la Parte 1 y Parte 2 de esta serie, hemos intentado desenredar lo que hay de equívoco en el concepto de “solidaridad”. Vamos a ver ahora cómo Francisco-Bergoglio está queriendo forzar una reinterpretación de la teología cristiana según la cual la solidaridad estaría en el centro mismo de Dios y sería la mayor enseñanza de Jesús.

Detalles

Algunos líderes religiosos —particularmente, el pseudo-Papa Francisco (1)— están promoviendo tanto la nueva palabra clave —solidaridad— (o su compañera, la fraternidad (2)) que les falta poco para decir que Jesús multiplicó los panes “por solidaridad” con los que habían venido a escucharle.

Bueno, estábamos escribiendo la frase anterior como una ironía y, al consultar las fuentes, hemos descubierto que ¡ha sido cumplida literalmente por Francisco!


Francisco confunde los términos. “Poner a disposición lo que tenemos para compartirlo y darlo” es generosidad. “Solidaridad” es actuar juntos por un objetivo común, un objetivo que puede incluir la generosidad o puede no incluirla. La solidaridad no es ni buena ni mala hasta que se define el propósito común que persigue. Por sí misma, “solidaridad” es una palabra moralmente neutra, sólo válida en este contexto bíblico si se rellena con generosidad. Y la razón por la que Jesús compartió los panes es la compasión. El ejemplo que Jesús nos dio con esto fue compasión y generosidad, no solidaridad.

Solidaridad habría sido, por ejemplo, pasar hambre con ellos y no multiplicar los panes. Solidaridad también habría sido, por ejemplo, asaltar juntos la hacienda más cercana para robar panes. La solidaridad puede ser aplicada a través de medios moralmente cuestionables o puede ser para un fin malvado, no sólo para el bien. Por lo tanto, Jesús no nos dio un ejemplo de solidaridad con la multiplicación de los panes, nos dio un ejemplo de compasión y generosidad, llevado a cabo a través de la oración y la fe.

Este es solo uno de las “perlas” de Francisco-Bergoglio pervirtiendo las Escrituras para acomodarlas a su agenda de “solidaridad”. A continuación veremos algunos sacrilegios más, incluso más graves.

Solidaridad y Santísima Trinidad

Francisco-Bergoglio dice:


Efectivamente, Francisco está sugiriendo que tomemos a la Santísima Trinidad como ejemplo de “solidaridad entre tres Personas”.

Por si algunos creyentes tuvieran dificultad para entender la Santísima Trinidad y reconocer que Dios es Único, no obstante presentarse en tres diferentes manifestaciones (5), ahora Bergoglio lo empeora haciendo una comparación que parece rebajar la Divinidad a algo parecido a un club social en el que se hubieran reunido tres amigos (es decir, como implicando que antes tenían una existencia separada como individuos y degradando la intimidad de la unión Divina a un atributo —solidaridad— modelado a imagen de la pobre sociedad humana).

Solidaridad y el Santo Sacrificio

Francisco-Bergoglio también dice:


Ahora, el Santo Sacramento de la Eucaristía ya no se llama Sacramento del Amor y de la Misericordia de Dios hacia el hombre, ahora es el sacramento de la “solidaridad de Dios con el hombre”, según Francisco.

Incluso lo que es más sagrado para los Cristianos, el Santo Sacrificio de Jesús, Francisco-Bergoglio lo manipula para hacerlo girar en torno a su nueva reina: la solidaridad.

La Virtud que brota de Dios: Solidaridad

Los cristianos creemos que el Todopoderoso es la fuente del Amor, porque Dios es Amor. ¿Cuál es la Virtud que brota de Dios? Cualquier cristiano te dirá que es Amor. Pero, ahora, Francisco-Bergoglio propone que el mayor atributo de Dios es la solidaridad:


¿Qué podemos comentar sobre esto? ¿Podría la solidaridad ser exaltada a un lugar más alto que donde la pone Francisco?

¿Qué más podríamos esperar de boca de Francisco?

¿La Santísima Trinidad? Solidaridad. ¿El Sacrificio del Hijo? Solidaridad. ¿La Virtud que brota de Dios? Solidaridad. Todo esto según Francisco.

Con semejante punto de vista, no vemos por qué no podría salir de la boca de Francisco-Bergoglio la siguiente lectura “iluminada” del Génesis:


El Evangelio revisado según Bergoglio contendría líneas como la siguiente:


¿Amor? ¿Compasión? ¿Generosidad? ¿Misericordia? ¿Caridad? ¡Ya no más! ¡La solidaridad es el nuevo lenguaje! Estos son los nuevos mandamientos que nos da Francisco-Bergoglio:


Confirmado por (lo que imaginamos que podría ser pronunciado por Francisco con su nueva teología):




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De un cooperante:


Nuestro comentario:

Es cierto. Juan Pablo II (1) usaba mucho esa palabra. La gran diferencia es que Francisco ha llegado tan lejos como para manipular los conceptos sagrados de la Santísima Trinidad y el Santo Sacrificio de Jesús para ponerlos al servicio de la “solidaridad”, como acabamos de explicar arriba.

Para Francisco (2), la solidaridad no es una simple palabra para colorear el Cristianismo con ella, es el núcleo de su programa para formular un nuevo Cristianismo que sea compatible —en el sentido de “políticamente correcto”— con otras religiones (3). Francisco aspira a traer la Paz al mundo sin necesidad de que Jesús venga “desde las nubes del cielo” como predicen las Santas Escrituras (4).

Así que Francisco está preparando su propio camino (5), separado de la esperanza en la Segunda Venida de Jesús (6). Para este fin, la solidaridad-fraternidad (7) es el núcleo y principal objetivo de su “pontificado”, como lo demuestra la elección de su nombre religioso, Francisco (una muy pobre y torcida imitación de la espiritualidad de Francisco de Asís).









DE NUESTROS ARCHIVOS: 31 de Mayo de 2009

¿Se ha preguntado alguna vez... qué pretende realmente el Dalai Lama?

Veamos un resumen de lo que acaba de declarar claramente al exigir una autonomía separada de China: (1)


–y–


Como comentaba un cooperante nuestro sobre los verdaderos planes del Dalai Lama, al que todo el mundo adora (2):




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En la primera parte de esta serie de artículos, decíamos:


También podemos observar:


El fundamento y la piedra angular para la Paz y la Justicia es el Amor. El verdadero amor, procedente de Dios, inspirado por Dios, en comunión con Dios y ejemplificado máximamente por Jesús, llega, a través de medios materiales y espirituales, a creyentes y no creyentes, a amigos y enemigos, incluso a los difuntos. El amor puro —no la solidaridad— transforma el mundo, porque tiene sus raíces en Dios, y Dios tiene el poder de transformar el mundo.

La solidaridad, cuando no está vinculada al amor, no nos interesa. Y, cuando está vinculada al amor, está a mitad del camino del Amor, no es el destino. Es imperfecta porque no es necesariamente sinónimo de amor:


No se equivoquen: La solidaridad, cuando es entendida como una acción o sentimiento de compasión hacia los que sufren, es algo muy bueno —no estamos diciendo lo contrario— pero, tal como ya hemos apuntado, eso no es propiamente solidaridad, es compasión o caridad. La palabra apropiada para la compasión es “compasión”. Y la palabra apropiada para la caridad es “caridad”. Creemos que es mejor llamar a las cosas por su nombre. (5)

De lo que estamos avisando es que la solidaridad la han convertido en una palabra eje que está siendo sospechosamente promovida y que puede abrir la puerta a comportamientos no caritativos (o no plenamente caritativos) con apariencia de serlo. Durante siglos, el Cristianismo no ha necesitado esa palabra y, ahora, de repente, ¿es la solución para la Paz del mundo?

Cuando la solidaridad —o su compañera, la fraternidad— se convierte en el nuevo y obsesivo lema “cristiano” para supuestamente abrir el amor al mundo —para creyentes y no creyentes— eso es lo mismo que proclamar que el amor cristiano ha fracasado, que el amor enseñado por Jesús no es suficiente, porque es supuestamente sectario, y que se necesita un nuevo concepto que lo “mejore” y pueda “llegar a todos”. Eso es una idea totalmente errónea y un camino errado. Es el camino opuesto a Cristo. ¿Por qué está siendo promovido este camino desde posiciones aparentemente “cristianas”?


Parte 3

Entra Jorge Bergoglio, Francisco I, el falso profeta. Proclama la superioridad de la solidaridad sobre el amor cristiano, la superioridad de la fraternidad universal sobre el Cristianismo.

[La Parte 3 ha sido publicada el 14 de Octubre]




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DE NUESTROS ARCHIVOS: 3 de Noviembre de 2009

De miguel de Portugal

¿Se ha preguntado usted... por qué Dios establecería un Reino Mesiánico como esperan los judíos y muchos cristianos —bajo un Rey-Mesías humano— iniciando así la tan mentada “Era Dorada” cuando Dios mismo estaba en contra de la idea de poner un Rey por encima de Su pueblo? A saber:


La respuesta es simple. Ya sean Judíos, Cristianos o Musulmanes, los líderes religiosos aprendieron su oficio en el mismo lugar donde entrenan a los gerentes de las cadenas de Cafetería... y el Especial del Día o Plato en Promoción raramente está relacionado con la Voluntad de Dios, sino principalmente relacionado con agendas humanas.

Lo obvio se le escapó a la mayoría: el Reino de Dios ha sido ampliamente descrito en las Sagradas Escrituras, y sus frecuentemente invocadas Llaves han sido explicadas en uno de nuestros documentos (2) — y ni una cosa ni otra tiene nada que ver con un Rey humano.

Cabe preguntarse si las altas esferas de las instituciones religiosas creen realmente en Dios. ¿Actuarían como lo han hecho durante siglos (con notables excepciones) si realmente creyeran en Dios?

Realmente no creemos que tengan verdadera fe. Y parece que ya era así cuando Francisco de Asís caminaba en el Tiempo. (3)



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¿Se ha dado usted cuenta de que... la solidaridad está siendo promovida como una virtud que desplaza a la caridad?

¿Por qué se habla tanto de “solidaridad” en tantas ocasiones en las que el término apropiado es “amor”, “compasión” o “caridad”?

Por ejemplo:


Tengan en cuenta que solidaridad y amor/caridad no son lo mismo. Véase las definiciones según el diccionario:


Así que resulta que el amor no es un requisito para la solidaridad.

Puede resumirse así: Amor es sobre dar y compartir. Solidaridad es sobre pactar un comportamiento común para un propósito común (por ejemplo, ante una amenaza común).

No se dejen confundir: La solidaridad, cuando es entendida como una acción o sentimiento de compasión hacia los que sufren, no es propiamente solidaridad, es caridad. Así, la aspiración de los cristianos no debería ser “construir un mundo más solidario”, sino más caritativo.

El Amor o Caridad —el amor desinteresado, amar sin esperar nada a cambio— es la mayor de las virtudes humanas [1Corintios 13:13], inspirada por Dios [Génesis 1:27]. La solidaridad es una ligazón social, a veces vinculada al amor, a veces no. La solidaridad no es alcanzada si no devuelve un sentimiento de “formar parte de un grupo”. El amor puro no está movido por la expectativa de que algo sea devuelto a cambio [Lc 6:35]. La solidaridad, cuando es exaltada, alienta la esperanza en el triunfo de un reino de este mundo. El amor transciende las cosas de este mundo.

Jesús marcó la pauta de nuestra aspiración al amor, no a la solidaridad:


Él no dijo:


¿Qué sería eso? ¿El primer punto de un manifiesto bergogliano-comunista? ¿Un saludo de un nuevo Gran Hermano?

El amor cristiano, es decir, el amor predicado por Jesús, arraigado en Dios, va mucho más allá de cualquier tipo de solidaridad. La solidaridad no llega tan lejos como para amar a nuestros enemigos como Jesús nos enseñó:


La solidaridad puede convertirse muy rápida y fácilmente en un seguimiento incondicional de unos líderes que convierten en enemigos a todos los que no aceptan ser “solidarios” con la mayoría. La historia de la humanidad está llena de ejemplos de esto.

Los soldados de un ejército combatiente pueden, unidos en perfecta solidaridad, matar sangrientamente a su enemigo común, llenos de odio. Una manada de un millón de lemmings puede dejarse caer al borde de un abismo, en un movimiento solidario, pero vacío de amor.

La solidaridad no es garantía de amor. La solidaridad sólo puede ser una virtud cristiana cuando se subordina, y en la medida en que se subordina, al amor. Nada más.

Por lo tanto, no hay justificación para hacer de la “solidaridad” una nueva norma para los cristianos. Es un insulto a la Fe Cristiana cuando la solidaridad, que está por debajo del amor cristiano, se presenta como una mejora o culminación del amor cristiano.


Parte 2


[La Parte 2 ha sido publicada el 11 de Octubre]



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DE NUESTROS ARCHIVOS: 29 de Marzo de 2018

De miguel de Portugal

En una Misa reciente leímos sobre la alianza de Dios con Abraham [Génesis 17:3-6]:


En la Biblia Judía no es muy diferente: (1)


¿Se ha dado cuenta alguien —especialmente los judíos—de que Dios habló de pueblos o naciones en plural? Si estuviese hablando solamente de Israel, Dios habría utilizado el término en singular: pueblo o nación.

Obviamente, Abraham no iba a ser el padre de una sola nación – Israel. Dios se estaba refiriendo al tiempo en que Jesús iba a convertirse en el Mesías para todos los que lo aceptasen como tal, quienes obviamente habrían de provenir de muchas naciones o pueblos.



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In English:  For Your Information and Reference - October 2023