En la Primera Parte (1) de este documento explicábamos el argumento teológico que demuestra que realmente sí que hay Salvación fuera de la Iglesia Católica Romana. Para dicha explicación, hicimos uso del documento Dominus Iesus - publicado por la Congregación de la Doctrina de la Fe presidida por Ratzinger - en el que pretendían demostrar justo lo contrario.
El argumento de Ratzinger fue
rápidamente desmontado y constatamos que L'Osservatore Romano (2) admitió que
efectivamente sí que hay Salvación fuera de la Iglesia
Católica Romana.
Y ahora tenemos al segundo no-Papa posterior a Juan Pablo II, el cardenal argentino Jorge Bergoglio, que una vez más intenta hacer pasar por una Verdad Divina la mentira de que solamente hay Salvación dentro de la Iglesia Católica Romana (3)(4).
En la Parte III de este documento (5) citaremos directamente el Catecismo de la Iglesia Católica Romana y, de manera irrefutable, desmontaremos la falsa alegación de una vez por todas.
DETALLES
Desde la nefasta llegada del Cardenal Bergoglio al Vaticano, la maquinaria de Relaciones Públicas del Vaticano, potenciada por el Opus Dei, (6) le ha transformado en el "famoso y simpático personaje que cae bien a todo el mundo". Al fin y al cabo, incluso cuando se trata de cuestiones morales de grave repercusión, Bergoglio no deja de repetir: "¿Quién soy yo para juzgar?"
Por supuesto, sabemos que todo su "Papado" no es más que una farsa montada para atraer hacia el error a tantas almas como sea posible, lo cual significará un gran sufrimiento para los que, de entre esas almas, formen parte de Los Elegidos (7).
Recordemos que un alma predestinada al
Paraíso no puede perderse (8).
Sin embargo, cuando un
alma de ese colectivo es inducida a error, puede tener que soportar un
gran
sufrimiento en la Tierra y en el Purgatorio.
Bergoglio está ejerciendo una gran atracción sobre todo tipo de gente - católicos no practicantes, cristianos no católicos, ateos, agnósticos, no cristianos, seguidores de la filosofía "New Age", etc. Con lo cual, en efecto, está aumentando la cuenta de los que caerán finalmente en un grave error: la aceptación de la falsificada Segunda Venida de Cristo (9).
Por eso hemos recurrido a Dios suplicándole que el sufrimiento de Los Elegidos sea el mínimo frente a la creciente popularidad estelar de Bergoglio.
Dios ha escuchado nuestras oraciones y
nos ha respondido a través de la Catequesis del "Papa" Francisco
que pronunció en la Audiencia General del 25 de junio de 2015.
En dicha Catequesis, que el lector puede leer en Italiano en la
página original del Vaticano (3),
y también en
Castellano en el propio sitio del Vaticano (4), Bergoglio se
delató a sí mismo de la siguiente manera:
[citado literalmente de la fuente (4); el subrayado es nuestro]
No estamos aislados y
no somos cristianos a
título individual, cada uno por su cuenta, no, nuestra identidad
cristiana es pertenencia. Somos cristianos porque pertenecemos a la
Iglesia. Es como un apellido: si el nombre es "soy cristiano", el
apellido es "pertenezco a la Iglesia".
.... En este sentido,
el pensamiento se
dirige en primer lugar, con gratitud, a quienes nos han precedido y nos
han acogido en la Iglesia.
Nadie llega a ser cristiano por sí mismo. ¿Está
claro esto? Nadie llega a ser cristiano por sí mismo. No
se hacen cristianos en el laboratorio. El cristiano es parte de un
pueblo que viene de lejos.
.... En algunas
ocasiones sucede que
escuchamos a alguno decir: "Yo creo en Dios, creo en Jesús, pero
la Iglesia no me interesa...". ¿Cuántas veces lo hemos
escuchado? Y esto no está bien. Hay quien considera que puede
tener una relación personal, directa, inmediata con Jesucristo
fuera de la comunión y de la mediación de la Iglesia. Son
tentaciones peligrosas y perjudiciales. ..... Pero el
Señor ha confiado su mensaje de salvación a personas
humanas, a todos nosotros, a testigos; y es en nuestros hermanos y en
nuestras hermanas, con sus dones y sus límites, que Él
viene a nuestro encuentro y se hace reconocer. Y esto significa
pertenecer a la Iglesia.
Recordadlo
bien: ser cristiano significa pertenencia a la Iglesia. El nombre es
"cristiano", el apellido es "pertenencia a la Iglesia".
Queridos
amigos, pidamos al Señor,
por intercesión de la Virgen María, Madre de la Iglesia,
la gracia de no caer nunca
en la tentación de pensar que podemos prescindir de los
demás, que podemos prescindir de la Iglesia, que podemos
salvarnos por nosotros mismos,
ser cristianos de laboratorio. Al
contrario, no se puede amar a Dios sin amar a los hermanos, no se puede
amar a Dios fuera de
la Iglesia; no se puede estar en comunión con Dios sin estarlo
en la Iglesia, y no podemos
ser buenos cristianos si no es junto
a todos aquellos que buscan seguir al Señor Jesús, como
un único pueblo, un único cuerpo, y esto es la Iglesia.
Gracias.
Con muy pocas palabras, Bergoglio ha logrado, sin pretenderlo, ahuyentar lejos del Vaticano a católicos que estaban indecisos acerca de él, católicos no practicantes, cristianos no católicos, ateos, agnósticos, no cristianos, seguidores de la filosofía "New Age", etc. Él mismo ha confirmado que todas sus apelaciones son tan solo mentiras pensadas para atraer tanta gente como sea posible hacia la Iglesia Católica Romana y, sin que se note, hacia los graves errores que dicha institución va a regar sobre la humanidad.
CONCLUSIÓN
¿Cómo no vamos a alegrarnos? No podríamos probar de mejor manera al mundo la verdad acerca del "Papa" Francisco ni aunque tuviésemos diez millones de seguidores en una cuenta de Twitter (una cuenta que nosotros no tenemos).
Dios lo ha hecho por nosotros, usando al propio Cardenal Bergoglio.
¿Entienden ustedes ahora lo que
queremos decir con que "hasta
satanás tiene que servir a Dios"?
NOTAS__________________________________