Este libro fue preparado principalmente para una audiencia Católica Romana, sin embargo animamos a todos, cristianos y no cristianos por igual, a meditar sobre su contenido. No es nuestra intención convencer a nadie sobre las Apariciones de la Bendita Virgen María. Sí que es nuestra intención, sin embargo, poner en una perspectiva coherente la multitud de las Apariciones Marianas y su relación con acontecimientos mundiales.

Las Apariciones de la Santísima Virgen María siempre han suscitado controversia. Los enemigos del fenómeno, incluyendo muchos individuos que se identifican a sí mismo como cristianos, tienden a ser virulentos en sus ataques y, sin embargo, todo lo que Ella está diciéndonos es: "Haced lo que Mi Hijo dice".

Cuando los ataques generalizados parecen no tener efecto, entonces, Sus enemigos proclaman que las apariciones son obra de Satanás. ¡Una incoherencia total! ¿Cómo van a ser de Satanás?

El Hijo de la Virgen María, nuestro Señor Jesucristo nos dio el instrumento para desmontar dichas acusaciones. Si observamos todas las apariciones a través del lente de las Sagradas Escrituras - "Un árbol bueno no puede dar frutos malos..." [Mateo 7:16 y 18] - ya quedan confirmadas como del Cielo.

Las conversiones de corazón y el regreso a los Sacramentos que resultan de muchas apariciones, desde Guadalupe hasta la fecha, testifican a la verdadera fuente de muchas apariciones - la Santísma Virgen María, la Madre del Hijo de Dios. Las imperecederas conversiones de corazón, intensas devociones y ausencia de fanatismo son el sello de un "buen fruto".

Nuestro Señor también nos enseñó que: "Si satanás arroja a satanás, contra sí mismo está dividido: entonces, ¿cómo podrá subsistir su reino?" [Mateo 12:26]

Es un hecho teológico que las conversiones de corazón - serenas y equilibradas - así como las devociones que provienen de apariciones válidas, arrojan a Satanás de muchas vidas. Entonces, ¿por qué los ataques?

Obviamente, el padre de todas las mentiras, Satanás mismo, intenta, a través de una campaña de desinformación, confundir a los fieles con información errónea.

Sin embargo, no deberíamos dejarnos desanimar por los ataques contra nuestra fidelidad a Dios y a la Santísima Madre de Su Hijo. Ella está intentando traernos de vuelta al redil de paz y gozo interiores que lejos de una vida de pecado. No os desaniméis ni siquiera si el atacante es un supuesto hombre ilustrado de la Iglesia o hasta un Jerarca.

Teresa de Jesús (de Ávila), una renombrada y bien justificada santa, y doctora de la Iglesia Católica Romana, entendió bien el problema asociado con los "hombres ilustrados". Cuando defendía a una de sus piadosas hijas, Teresa escribió:




Debemos revestirnos con un manto de humildad y postrarnos a los pies de la cruz. Cada insulto, cada vez que nos escupen, cada piedra lanzada sobre cada uno de nosotros a causa de vivir el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, al máximo de nuestra capacidad, será una gema más para la corona que Él y Su Madre están adornando en el Cielo para cada uno de Sus fieles hijos.

Que este humilde trabajo sirva como una fuente de iluminación y de esperanza para ayudaros hasta que llegue la completa Victoria de nuestro Bienamado Jesucristo y de Su Santísima Madre.


Al servicio de Dios y, por lo tanto, a vuestro servicio,

Miguel de Portugal


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