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Sufrimiento de Redención

La Participación de la Humanidad en su propia Redención

Y el significado de

El dolor es el megáfono que usa Dios para ayudar al sordo a que Le oiga



INTRODUCCIÓN

¿Es necesario sufrir? La respuesta no podría ser más simple. Podemos encontrarla "oculta" en Lc 22:42, Mt 26:39 y Mc 14:36:

"Padre, si es posible, aparta este cáliz de mí; pero que se haga tu voluntad, no la mía."

Si el sufrimiento aparece en nuestro camino, Jesús Mismo nos enseñó a pedir que pase de largo (1). Sin embargo, Él también nos enseñó a voluntariamente someternos a la Voluntad Divina para permitirle a Él decidir si es necesario que suframos o no.


DETALLES

El sufrimiento sólo tiene dos propósitos; ambos son constructivos:

(A) Ayudar y/o animar al individuo que sufre a volver al camino correcto. Esto es el significado de "El dolor es el megáfono que usa Dios para ayudar al sordo a que Le oiga".

(B) Porque Dios necesita nuestro sufrimiento, para ser usado en virtud de la Comunión de Santos, para asistir a otras almas en su redención.

Cuando afrontamos la situación (A) arriba mencionada, inmediatamente deberíamos pedir a Dios que nos ayude a ver en qué estamos ciegos respecto de nuestra conducta para así corregir nuestros caminos errados y llevar nuestro sufrimiento a un final. Esto es bueno.

Si afrontamos la situación (B) arriba mencionada, aunque el sufrimiento físico pueda ser grande, habrá alegría y paz interiores. Una alegría y una paz que sólo la verdadera colaboración con Dios puede traer. Esto es también bueno.


Una Perla de Sabiduría Divina

Como parte de las comunicaciones asociadas a Nuestra Señora del Rosario de Fátima, el fiel ha sido informado para no buscar mortificación adicional que ofrecer a Dios, sino ofrecer/aceptar todas y cada una de las dificultades con las que nos encontramos en nuestras vidas diarias: por Amor a Jesús, en reparación de las ofensas cometidas contra el Corazón Inmaculado de María y para la conversión de los pobres pecadores.

¿Por qué era esta instrucción inofensiva y aparentemente "sólo otro ejercicio de piedad", como muchos dirían, lo bastante importante como para que la Madre de Dios la entregara personalmente a la humanidad?

Primero: El Cielo "sabía" (2) que nosotros no íbamos a responder totalmente a Sus exhortaciones a la santidad. Un rechazo que haría del Siglo XX el siglo más sangriento de historia humana.

Segundo: El Cielo no quería que un sufrimiento tan grande fuera desperdiciado puesto que, si fuese correctamente ofrecido, se convertiría en un mecanismo auto-correctivo para los males de la humanidad.

¿Cómo funciona esto? Aunque Miguel de Portugal ya era consciente del auténtico mecanismo espiritual que se pone en marcha cuando hacemos tal ofrecimiento, es sólo ahora cuando se le permite hablar de ello.


El Mecanismo

Hay algunos pecados para los que la Justicia Divina exige reparación antes de que Dios pueda ejercer Su Misericordia con abandono y generosidad en aquella alma para así atraerla hacia Él.

Piense en el ejercicio de "Su Misericordia con abandono y generosidad" como:

(a) La apertura de una ventana por la que aquella alma puede tender la mano a Dios para el perdón; y simultáneamente

(b) El ejercicio de una atracción sobrenatural sobre aquella alma para buscar tal perdón de Dios.

Pero... ¿quién va a hacer la reparación exigida por la Justicia Divina si:

(a) el individuo ni siguiera conoce a Dios; o

(b) el individuo no sabe siquiera que él/ella tiene una seria deuda pendiente con Dios?

Es decir, ¿cómo va a encontrar redención aquella alma si no tiene ni idea de que, en caso de morir al instante, terminaría irremediablemente en la condenación eterna?

Es entonces cuando los fieles obedientes, es decir, usted y yo, debemos "poner manos a la obra". Es nuestra responsabilidad, sí, responsabilidad, hacer la reparación necesaria en favor de tales almas. Dios cuenta con ello para librarlos de la condenación eterna.

El mecanismo es a la vez simple e imponente.

Unos dirán: "Eso es arrogancia. Dios no nos necesita a ninguno de nosotros para salvar a otro."

Bien, eso es intrínsecamente verdadero. Dios no necesita nada excepto lo que Él soberanamente decidió "necesitar"; y Él decidió "necesitar" la cooperación del hombre en Su plan de salvación. ¡Es así de simple!

Aquellos que hayan estudiado los acontecimientos Fátima (3) recordarán la preocupación continua de Jacinta por los pobres pecadores que irían al infierno. Hizo tanta pentitencia como era capaz en actos de reparación para el beneficio espiritual de ellos. Lo que le hemos explicado a usted, en Nombre de Dios, es precisamente la razón. Ella lo sabía.

Los fieles también recordarán que el Francisco no podía pensar en nada más que en consolar a su bienamado Jesús. ¿Por qué necesitó Jesús tanta consolación? Porque demasiadas personas estaban destinadas a mucho sufrimiento, ya que no había bastantes personas que hicieran la reparación necesaria.

La respuesta es a la vez simple e imponente.


CONCLUSIÓN

Este escritor aguantó muchos sufrimientos como actos delegados de reparación. Él también puede asegurarle a usted categóricamente que: la "alegría y paz interiores" asociadas a tal ofrecimiento no pueden ser descritas en términos humanos; incluso cuando el sufrimiento prolongado alcanzó un nivel sostenido que hizo que su cara fuera temporalmente desfigurada por el dolor.

Esto no era sufrimiento auto-impuesto. El sufrimiento físico auto-impuesto es masoquismo (4) independientemente de qué nombre piadoso se le ponga. El sufrimiento que experimentó fue concedido por Dios al cobrar un "cheque espiritual en blanco" presentado a Él por este escritor para el beneficio espiritual de cierto segmento de la población mundial. El proceso de "cobro" duró varios meses.

Aunque ansiosamente esperaba que Dios acabara el "proceso de cobro", este escritor no quería que terminase ni un segundo antes que lo que Dios necesitara para concluir dicho "pago". Que nadie se equivoque, esto no fue un triunfo personal de este escritor; todo el mérito pertenece a la Gracia de Dios que permitió tal oportunidad y el sustento para todo ello.

Tomad coraje vosotros fieles – Con Dios Todo Es Realmente Bueno incluso cuando en principio no entendemos el sufrimiento que nos asola; sin embargo, nunca intenten eclipsar la Pasión de Jesucristo al no solicitar primero y humildemente a Dios "apartar el cáliz" si acaso es posible [Mateo 26:39].



NOTAS             
(1) Quien quiera ser más mártir que Nuestro Señor Jesucristo, que nos enseñó mediante el ejemplo a pedir alivio, estará mostrando sin saberlo arrogancia camuflada como piedad.
(2) Una explicación de cómo funciona esto
(3) Los acontecimientos de Fátima
(4) Masoquismo disfrazado



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In English:  Suffering - Mankind's Participation in Its Own Redemption

Em Portugues:  Sofrimento - A Participação da Humanidade na Sua Própia Redenção

Publicado en Junio de 2018 - Una combinación de dos documentos originalmente publicados en 1999 y 2002


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