He estado pensando mucho en algo
durante la temporada de Cuaresma, y habiendo sido un lector de vuestras
páginas durante algún tiempo, he buscado una y otra vez,
pero sin encontrarlo, algún documento
(todavía) que responda a la siguiente cuestión:
Si Jesucristo es verdaderamente La
Piedra sobre la que se
constituyó la Iglesia (cosa que creo) (3),
y Pedro y sus sucesores fueron verdaderamente hechos cabeza de la
Iglesia (no La Roca Infalible, pero una roca, cosa que también
creo) (4), entonces, ¿cómo
alguien que encuentra la Fe Católica tan plena en muchos
sentidos - es decir, tal como decís, "la mayor
concentración de Verdades Divinamente Reveladas", (5)
(lo cual también creo) - reconcilia la dificultad de mantener la
Fe Católica a pesar de sostener una creencia que la Iglesia
Católica calificaría como rebelión?
En otras palabras, ¿cómo puedo seguir recibiendo los
sacramentos y practicando la Fe Católica (6),
al mismo tiempo que mantengo esta disidencia con la cuestión
central de la enseñanza de la Iglesia acerca del Papa?
Vuestra consideración y oraciones respecto a este asunto - para
todos los que nos peleamos con esto - es muy apreciada. Y si el tiempo
(y el Espíritu Santo) os permite una respuesta, ¡por favor
compartidla con nosotros!
Gracias por todo lo que hacéis.
¡Gracias!
por la oportunidad de abordar
esta cuestión, ya que
está en la mente de muchos verdaderos cristianos.
Tú, yo y todos aquellos que se esfuerzan por vivir la Fe
componemos la Iglesia. La Jerarquía controladora de la Iglesia
NO
ES
la Iglesia, a pesar de que durante siglos han tratado de lavar el
cerebro a los fieles llamándose a sí mismos "Madre
Iglesia".
María es nuestra Madre
(7) por
Decreto Divino desde la Cruz
[Juan 19:26-27] -
no tenemos otra Madre mística. Además, para confirmar ese
Decreto Divino, S.S. Pablo VI declaró oficialmente que
María es Madre de la Iglesia.
Reiterando y repasando nuestra posición....
Nuestra posición ha sido, es y siempre será, Dios
mediante, la misma que la del Pedro original:
Hay que obedecer a
Dios antes que a los hombres. [Hechos 5:29].
Por lo tanto, todo lo que vaya
clara e inequívocamente
contra la explícita Palabra de Dios - aun cuando lo proclame la
máxima autoridad de la Jerarquía que controla la Iglesia
desde el Vaticano
(incluso el mismo Papa o cualquiera que esté bajo él) -
no
tiene precedencia sobre la Palabra de Dios. Repitiendo lo que Pedro
dijo,
Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.
[Hechos
5:29]
Por ejemplo: Defendemos una limitada proclamación de
infalibilidad
(4). Sin embargo, rechazamos
completamente la Infalibilidad de "cheque en blanco" (es decir, para
todo el tiempo y sobre todas las cosas) que las autoridades de la
Iglesia han estando intentando promocionar desde el Primer Concilio
Vaticano. Tal como hemos mostrado - con las Sagradas Escrituras en la
mano -
ni siquiera el Pedro original alegaba una infalibilidad del 100%; es
más, con sus obras y palabras, Pedro
demostró su
propia falibilidad.
Quién lea nuestro documento sobre las posturas que la
Jerarquía controladora de la Iglesia mantiene en relación
con diversas materias
(8),
comprobará rápidamente que - si hubiera una izquierda,
centro y derecha del Catolicismo - el Vaticano estaría a la
izquierda de miguel de Portugal.
Los fieles deben hacer lo posible para estar seguros de la validez de
los Sacramentos en los que participan. ¿Están los
organizadores de la Misa haciendo pasar hostias no consagradas como si
lo fuesen?
(9)
¿Fue el Sacramento del Matrimonio llevado a cabo correctamente
(10)
- incluyendo una adecuada preparación? Incluso en el
confesionario debemos estar atentos a que las cosas se hagan
correctamente. Hace 20
años, el confesor de miguel de Portugal, capellán de una
Universidad Católica, le dijo durante el Sacramento de
Reconciliación que realmente él ya no tenía
necesidad de ir a
confesión dado el avanzado estado de su alma (la de miguel).
Obviamente, miguel cambió de confesor.
Certífiquemos
lo anterior con un
Sello Bíblico
preguntando estas cuestiones:
+ ¿A dónde iba
Jesús
el Sábado? A las sinagogas y, en días especiales, al
Templo.
+ ¿A dónde seguían yendo los
Apóstoles a rezar y adorar en los primeros años del
Cristianismo? A las sinagogas y, en días especiales, al
Templo.
Entonces, preguntamos -
"¿Por qué los hijos de Dios no deberían participar
de los Dones que Dios ha preparado amorosamente para el beneficio de
sus almas, incluso aunque el AntiCristo se siente en la Sede de Pedro?"
No olvidemos que así como
El sábado se hizo por causa
del hombre, y no el hombre por causa del sábado [Marcos
2:27], la Jerarquía de la Iglesia se hizo
para
el hombre, y no el hombre para la Jerarquía de la
Iglesia.
¡
El hombre fue hecho
para Dios!
No olvidemos lo que
Jesús dejó muy claro en la Última Cena: