(a) Se piensa
que los judíos son más inteligentes y más
preparados que los cristianos.
(b) Los judíos han sido objeto de innumerables
persecuciones desde casi el principio de su historia.
(c) Los judíos insisten en negar el papel mesiánico
de Jesús.
(d) Los
cristianos han demonizado a todos los judíos en el Nuevo
Testamento,
olvidando convenientemente el hecho de que Jesús es judío.
Desde que nacen, a los judíos se
les enseña (son programados para creer) que son el Pueblo
Elegido de Dios; que son verdaderamente especiales.
La psicología elemental
ha demostrado de forma concluyente que el refuerzo positivo conduce al
éxito. Cuando el refuerzo es que "uno que ha sido elegido por
Dios", entonces el individuo vive con la mentalidad de que puede lograr
cualquier propósito que se proponga.
Fin del mito de que los judíos son más
inteligentes y tienen más
talento.
Esto es una manifestación
del básico y elemental Síndrome de Negación.
Jesús, un judío practicante, amonestó al Poder
Establecido judío de la época avisándoles de que
se habían desviado mucho del rumbo marcado por Dios y que
debían volver, o las consecuencias serían aún
peores que antes.
No importó que Jesús cumpliera todas las profecías
(3) del esperado
Mesías. El problema fue, simplemente, que Él no les dijo
a los Jefes del Judaísmo
lo
que ellos querían
oír.
Hemos investigado y preguntado por qué los judíos no
aceptan a Jesús como el Mesías, y lo que nos ha dicho un
erudito judío es lo siguiente:
Con
respecto a las profecías que apoyarían la creencia de
Jesús como el Mesías, no tengo ningún problema. Yo
asocio estrechamente mis creencias judías con los Evyonim
(Ebionitas)...
Sin embargo, el celo de los primeros
padres de la iglesia por impulsar a Jesús como Dios es otra
historia. La explicación más sencilla sería la
mala traducción de Isaías 7:14 en la que la
mayoría de las ediciones cristianas dicen "... y una virgen
concebirá..."
La mayoría de las ediciones
cristianas han aceptado la traducción griega de la palabra
hebrea "almah" con el significado de virgen. La palabra hebrea original
que utilizó Isaías era almah, que significa una mujer
joven (podría ser una virgen o podría no serlo).
Si Isaías hubiera querido
decir una virgen, habría dicho en Hebreo "betulah", que
significa literalmente virgen. Por lo tanto, el concepto de un
nacimiento virginal no es bíblico según este
capítulo específico de Isaías.
Sólo porque los primeros cristianos eligieron asumir que una
"mujer joven" significaba una "virgen" y que Jesús fue llamado
"el hijo de Dios", no parecen razones suficientes para interferir con
el papel mesiánico de Jesús.
Vemos a Dios, en el Antiguo Testamento, hablar de la siguiente manera:
Yo seré su Padre y el será
mi hijo [2 Sam 7:14]. Entonces,
¿qué problema hay con que Dios sea "un padre" para
Jesús y Jesús sea "un hijo" para Dios, si no quieren
creer la verdad de que Jesús ES el Hijo de Dios?
Pero hay más. Los judíos de la corriente principal
(4) (a diferencia de los
Ebionitas) afirman que:
Los judíos no aceptan a Jesús como el Mesías
porque:
(a)
Jesús no cumplió las profecías mesiánicas.
(b) Jesús no encarnó las calificaciones personales
del Mesías.
(c) Los versículos bíblicos que "se refieren" a
Jesús son traducciones erróneas.
(d) La creencia
judía se basa en la revelación nacional.
¡Pero aún hay más!
En la misma fuente
(4)
leemos la definición de "Mesías" como:
La palabra "Mesías" es una
traducción al Inglés de la palabra hebrea Mashiach, que
significa "ungido". Normalmente se refiere a una persona iniciada en el
servicio de Dios al ser ungida con aceite. [Éxodo 29:7,
1-Reyes 1:39, 2-Reyes 9:3]
Es interesante que su razón para negar el papel mesiánico
de Jesús confirma la Divinidad de Jesús.
¿Cómo podría ser iniciado en el servicio de Dios
(ungido) cuando Él es Dios mismo? Sí, Él fue
bautizado, pero fue así
para
dar un ejemplo viviente
de los
requisitos que un ser humano debe seguir si lo acepta como el
Mesías anunciado por aquél que lo bautizaba (Juan el
Bautista).
No obstante, si necesitamos un "equivalente a la unción" tenemos
a los magos que...
...
Entraron en la casa y vieron al niño con María
su madre. Entonces, prosternándose lo adoraron; luego abrieron
sus tesoros y le ofrecieron sus dones: oro, incienso y mirra. [Mateo
2:11]
Repasemos el significado y la importancia del oro, el incienso y la
mirra
(5) que
los magos presentaron a Jesús, según el Evangelio de
Mateo.
Estos valiosos artículos
eran regalos habituales para honrar a un rey o a una deidad en el mundo
antiguo: el oro como metal precioso, el incienso como perfume, y
la mirra como aceite de unción.
De hecho, parece que estos mismos
tres artículos estaban entre los regalos, registrados en
inscripciones antiguas, que
el rey Seleuco II Calínico ofreció al dios Apolo en el
templo de Mileto en el año 243 a.C.
El libro de Isaías, al describir la gloriosa
restauración de Jerusalén, habla de naciones y reyes que
vendrán "trayendo oro e incienso y pregonando las glorias de
Señor" [Isaías 60:6].
Además, alegan que Jesús no cumplió las
profecías mesiánicas porque:
Uno de los temas centrales de la
profecía bíblica es la promesa de una futura era de
perfección caracterizada por la paz universal y el
reconocimiento de Dios. [Isaías 2:1-4, 32:15-18,
60:15-18; Sofonías 3:9; Oseas 2:20-22; Amós 9:13-15;
Miqueas 4:1-4; Zacarías 8:23, 14:9; Jeremías 31:33-34]
En otras palabras, tienen las mismas expectativas de aquellos
católicos que esperan el ya mencionado "Gran Rey" y "Santo
Pontífice" - "una futura era de perfección caracterizada
por la paz universal y el reconocimiento de Dios"
Tales alegaciones, posturas y expectativas serían
ridículas si no hubieran traído,
y aún traerán
más, miseria a tantos judíos y católicos
engañados.
¿Cómo se puede esperar
que los niños educados en la fe cristiana no desarrollen un odio
arraigado hacia los judíos?
En la manera en que está escrito el Nuevo Testamento, es
imposible que
los judíos aparezcan de otra manera que no sea como "los malos
de verdad"; los asesinos de un Jesús amable y cariñoso.
La psicología elemental
también ha demostrado de forma concluyente que el rechazo, en el
mejor de los casos, y el odio, en el peor, serán el resultado
lógico de ese lavado de cerebro.
Esperar otra cosa sería contrario a la lógica y al
funcionamiento de la mente humana.
Viviendo lo que Jesús
enseñó y vivió... pero que la humanidad
rechazó.