Del amplísimo texto presentado
por Su Eminencia el Cardenal Ratzinger en la Conferencia de
Guadalajara, México, en 1996, se pueden destilar dos inquietudes
primordiales en sus declaraciones:
(a)
Los errores
fundamentales que los neo-teólogos continúan propagando;
y (b) La intoxicación del mundo Cristiano con los errores de la
pseudo-teología científica.
Por medio de este documento, proponemos a los participantes de dicha
Conferencia unos conceptos que pueden ayudar a:
(a) Una mejor definición y
comprensión de la realidad de Jesús - Dios y Hombre; y
(b) Contrarrestar más
eficazmente los errores y sus funestas consecuencias. Consecuencias
claramente identificadas por Su
Eminencia.
ERRORES FUNDAMENTALES DE LOS
NEO-TEÓLOGOS
El objetivo consciente o inconsciente de los neo-teólogos es
única y exclusivamente el de des-divinizar a Jesucristo:
Rebajarlo al nivel de Profeta o al de uno más de los Maestros
que habitualmente nos presenta las religiones Orientales. Eso les
facilita entonces la justificación de cualquier
perversión de la "Verdad" en el nombre de la tolerancia
relativista, vástago bastardo de la Democracia Iluminada.
Tal como Ratzinger ilustró al citar el pronunciamiento
pseudo-teológico de J. Hick
(3), el arma fundamental
para
atentar contra la obra Salvífica de la Santísima Trinidad
es precisamente ilustrar, con palabras y argumentos de dudosa
lógica y proveniencia, que la unión hipostática es
una "imposibilidad científica".
"Imposibilidad Científica" para los señores
neo-teólogos se puede definir como: Cualquier cosa que el
limitadísimo intelecto humano no puede alcanzar a comprender.
Veamos:
DETALLES
Repasemos el grave problema que le presentó el hombre a Dios al
caer en del ya bien conocido Paraíso.
1. El hombre es el centro de la
Creación; es decir, Dios
creó al hombre, quien es provisto y apoyado por el resto
de la Creación Universal.
2. El hombre se revela al ser incitado a querer ser como Dios.
3. Aunque Lucifer y su grupo cayeran irrevocablemente cuando ellos
mismos se revelaron contra Dios, para la más querida criatura de
Dios, el ser humano, Él tenía que proveer Su
redención. Su amor preferencial por Su Creación humana Lo
movía a ello.
4. Para semejante pecado (y todos aquellos pecados que tienen su
raíz
en el pecado original) se requería un pago en "moneda"
equivalente. Por lo tanto...
5. Solo Dios Encarnado tendría "la moneda" necesaria para
pagarse una deuda a Sí Mismo.
Invocando el principio de coherencia interna y externa, y asumiendo la
Redención de la Humanidad como parte integral de la
Creación, la ininterrumpida condición Divina-Humana de
Jesucristo provee
la
única fórmula posible para
lograr la Redención. No hay otra alternativa que sobreviva a la
prueba de este
tipo de coherencia.
Un hombre no puede hacerse "Divino" a posteriori, ya que eso
supondría que su alma fuera cambiada en algún punto
después de su
concepción original. Las almas y los
cuerpos no son intercambiables. Cada alma está
predeterminada a unirse a
su cuerpo correspondiente - unión que se
realiza cuando el cuerpo se manifiesta en el Tiempo en el momento de
la concepción.
Por lo tanto, no podemos cambiar en el Tiempo una unión
físico-espiritual que es parte de
un Presente inmutable en la
Eternidad.
Ahora, vayamos un paso más adelante y tratemos de entender mejor
la integración dinámica de un cuerpo humano y un alma.
Integración dinámica del
organismo
anatómico-fisiológico con el alma
Para ilustrar lo que es imposible ilustrar en términos humanos,
vamos a utilizar la misma técnica de Nuestro Señor
Jesucristo: la parábola.
El Televisor
Un simple televisor es un compendio de
componentes electrónicos que tiene el fin de transmitir
[recibir-procesar-proyectar] cierta
información. Dicha información se manifiesta y transmite
en forma de ondas electromagnéticas con características
muy específicas en sí mismas y en su
interrelación, que al final se integrarán en una
imagen completa.
Un televisor está expuesto a todas las señales
transmitidas en su campo de recepción. Algunas señales
pueden procesarse y otras no dependiendo de las características
electrónicas de diseño del receptor. Las que puede
procesar las proyectará en su pantalla respondiendo, una vez
más, a sus características específicas y a la
elección del canal (blanco y negro o a color, Canal 5, Canal 8,
etc., etc.).
El Ser Humano
Pues bien, veamos al organismo
anatómico-fisiológico que
es el ser humano como un televisor en el cual los circuitos se van
desarrollando progresivamente y de una forma predeterminada con
el
objeto de transmitir la "señal", que viene de Dios y que
podríamos equiparar con "el alma".
Dicha "señal" se va
manifestando de una
manera progresiva, de acuerdo con el nivel de
desarrollo del organismo anatómico-fisiológico en cada
momento y de acuerdo con los designios Divinos, los cuales, en el Marco
de Referencia que llamamos "Tiempo", también son
dinámicos.
A medida que se van desarrollando en el primitivo televisor los "nuevos
avances tecnológicos", transformando parte de sus circuitos por
otros mejores, etc., la calidad de la imagen va mejorando, es decir, va
mejorando la recepción y proyección de las
"señales electromagnéticas" recibidas. Estas
imágenes solo
están limitadas por la calidad de los
"circuitos y componentes del televisor
anatómico-fisiológico". Paralelamente, una señal
perfecta, en un televisor perfecto, pero aun en desarrollo,
darán una imagen perfecta, aunque todavía no su
plenitud.
Jesucristo
Para poder llevar a cabo el plan de
Redención, Dios
tenía que encarnarse de la misma manera que cualquier humano se
encarna, excepto en su capacidad pecaminosa. Su desarrollo, de
recién
nacido a adulto, tenía que seguir las mismas normas de cualquier
ser humano. La única otra diferencia, aparte de Él Ser
Inmaculado, era que la "señal" que Se Le transmitía a
Él era, en substancia,
puramente Divina.
Por lo tanto, desde el momento en que se realiza la unión
hipostática en el vientre de María, Jesucristo es Dios y
es hombre. Su alma siempre fue la Divina, ya que los "circuitos" de Su
humanidad podían recibir un solo "Programa"... el de la Segunda
Persona de la Santísima Trinidad. Aunque Sus "circuitos"
tenían que desarrollarse de la misma manera que la de cualquier
entidad humana, ello no significa que la señal que
recibía no fuese
perfecta: es una señal perfecta que progresivamente va
mejorando en su manifestación hasta alcanzar su perfecta
plenitud - precisamente cuando empezó Su Ministerio
Público.
No puede haber tal cosa como un "Dios en progreso". Un cuerpo humano en
desarrollo psico-somático, sí, pero un Dios,
siempre...¿no es acaso Dios Eterno?
La intoxicación del mundo
cristiano con tales errores
A un cuerpo sano, bien alimentado y psicológicamente alerta y
balanceado es muy difícil intoxicarlo progresivamente ya que:
(a) el cuerpo rechaza automáticamente la toxina; o (b) la
capacidad intelectual de la víctima le permite reconocer que
está siendo intoxicado y, si lo necesita, busca ayuda externa.
Entonces, ¿por qué es tan fácil intoxicar la Fe de
los Cristianos? Porque el esfuerzo de Evangelización ha fallado
a pesar de los esfuerzos de última hora como la Encíclica
"Veritatis Splendor" de Juan Pablo II. Demasiado poco y muy, muy tarde.
¿Acaso no nos lo advirtió Dios de antemano cuando
Ezequiel vaticinó...?
"¡Ay
de los pastores de Israel que se apacientan a sí
mismos! ¿No es el rebaño al que deben apacentar los
pastores? Vosotros os tomáis la leche y os vestís con la
lana; matáis las ovejas cebadas, pero no apacentáis el
rebaño. No habéis fortalecido a las débiles ni
habéis curado a las enfermas; no habéis vendado a las
heridas, no habéis hecho volver a las descarriadas ni buscado a
las perdidas, sino que las habéis conducido con crueldad y
violencia. Y ahora andan dispersas, por falta de pastor, presa de todas
las fieras del campo; andan dispersas mis ovejas; errantes por todos
los montes, por todos los collados; dispersas mis ovejas por todo el
país, sin que las busque nadie ni las cuide." [Ezequiel
34: 2-6]
CONCLUSIÓN
Sabemos que para Dios todo es posible y, si admitimos nuestros
errores y cooperamos con Él para enmendar los daños
causados, Él obrará los milagros necesarios.
¿Acaso no dijo:
"Yo os digo
que ejercerá la venganza de
ellos prontamente. Pero el Hijo del hombre, cuando vuelva,
¿hallará por ventura la fe sobre la tierra"?
[Lucas
18:8]
Aún no es tarde
[Mateo 20: 1-16] para reavivar
la Fe.
Él dejó en nuestras manos el modo de responder
afirmativamente a esas palabras transmitidas por San Lucas.
Recibámoslo llenos de Fe. Él ha puesto en nuestras manos
todo lo necesario para lograrlo.
miguel
de Portugal
8
de Mayo de 1997
Fiesta de la Ascensión del Señor
NOTAS
(1) Conferencia celebrada en
Guadalajara,
México, en 1996. Texto de la conferencia publicado
en L'Osservatore Romano, N.
44, 1 de
Noviembre de 1996.
(2) El comentario/carta fue
enviado el 8 de Mayo de 1997 a todos los participantes de la
Conferencia. La carta fue bien recibida, a juzgar por las respuestas.
(3) "Lo Absoluto o el Absoluto
mismo no puede darse en la historia."
Introducción
de la Carta