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Transcripción






Hace cincuenta años ingresaba en el espionaje soviético Kim Philby, uno de los espías más brillantes de todos los tiempos y el agente doble —¿o triple?— más importante del siglo.

Fue espía en Austria, Alemania y España. Dirigió el servicio de información británico hacia la Península Ibérica. Organizó el espionaje inglés en los Balcanes, mantuvo el contacto entre el SIS y la CIA y, sin embargo, siempre estuvo al servicio de los intereses soviéticos: de 1946 a 1949 y pulverizó los planes anglo-norteamericanos en los Balcanes, y de 1950 a 1952 inutilizó al SIS y a la CIA entregando sus secretos a Moscú.

Con todo, mayor importancia que el espía tiene el personaje. La red de confidentes manejada por Philby integró, que se sepa, a Burgess, Maclean, Blunt y Hollis. Cada caso fue un escándalo que desprestigió a los servicios de inteligencia británicos y desconcertó a las sociedades inglesa y norteamericana, víctimas e sus maquinaciones.

Harold Adrian Russell Philby nace el día de Año Nuevo de 1912 en Ambala (Punjab), en la India, hijo de uno e los personajes más notables del Imperio británico en el presente siglo: St. John Philby.

St. John Philby había hecho una brillante carrera como administrador en la India cuando, al estallar la Primera Guerra Mundial, se convirtió en jefe de la Inteligencia británica en Oriente Medio. Entre sus bien conocidas hazañas destaca el desenmascaramiento de las dos redes germanas de espionaje en la zona: la de Preusser, el dueño del golfo Pérsico, y la de Wassmuss, el Lawrence alemán.

Ambas redes suponían un serio peligro para los intereses de Londres en tan estratégico lugar y St. John Philby las desmanteló. Preusser fue misteriosamente asesinado y Wilheim Wassmuss escapó a uña de caballo.

St. John Philby perdió la recompensa de 14.000 libras que ofrecía Londres por la captura del alemán, pero salvó al Imperio e un gran enemigo: de haber triunfado Preusser y Wassmuss, los dominios turcos en Arabia se habrían inclinado en favor de Alemania.

Limpiada Mesopotamia, se encomendó a St. John otra misión extremadamente importante: siguiendo la política de fomentar la subversión antiturca en los dominios de Arabia, por la que Lawrence había movilizado a Hussein de la Meca, St. John hizo lo mismo con Ibn Saud, al que instituyó en rey e Arabia.

Esta misión cambió el futuro del agente británico. Enamorado de Arabia, Philby se hizo musulmán y [fue el principal asesor de Ibn Saud en el enfrentamiento de éste con los ingleses a raíz del acuerdo secreto de Sykes-Picot, en el que, olvidándose de las promesas de autonomía árabe, Francia e Inglaterra se repartían Oriente Medio.]

Revista Historia 16


Pie de foto - Kim Philby poco antes de su huida a la Unión Soviética

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